Salvia Blanca
Es aromática, tónica, estomacal y favorece los órganos respiratorios congestionados.
En infusión, limpia las mucosidades de la garganta, de la faringe y del estómago. Hervida, purifica los riñones y el hígado, estimula la digestión, activa la circulación de la sangre, y es un gran tonificador del simpático.
La salvia blanca es la más indicada para combatir los resfríos, y la salvia de la puna lo es para los procesos bronquiales.
Preparación infusión:
echar 200 cm3 de agua hirviendo en una cucharadita de salvia. Dejar reposar de 3 a 5 minutos antes de tomar. Cocimiento: echar una cucharada de salvia en medio litro de agua hirviendo y cocinar de 3 a 5 minutos.
Tratamientos externos:
el cocimiento se usa para lavar heridas que supuran y hacer gárgaras en las amígdalas inflamadas. También sirve para hacer lavados de cabeza cuando el cuero cabelludo está irritado y para realizar baños energizantes.